En Julio de 1999 (15 - 24 de julio) se realizó la Asamblea Mundial de la International Fellowship of Evangelical Students (IFES), organismo que cobija alrededor de 150 movimientos nacionales similares al GBU. A esta asamblea nos representaron Charles Ibarra (Presidente de la DEN y Daniel Monrroy, médico y asesor de misiones del GBU). El lema de este encuentro fue: Jesucristo, Señor de la historia, Señor del futuro. La Asamblea tuvo lugar en Seul, Corea.
A continuación el testimonio de uno de los delegados:
UN VIAJE AL MUNDO
Testimonio del delegado a la Asamblea Mundial de la Comunidad Internacional de Estudiantes Evangélicos, Seúl , Corea.
Grandes desafíos quedan después de vivir una asamblea mundial. En lo personal me siento desafiado ha responder al amor de Dios, que me concedió este privilegio, aún cuando no me siento en absoluto merecedor de tal amor.
Doy gracias al Señor por su provisión y cuidado durante el viaje, por la compañía de Charles Ibarra, por la hospitalidad y cariño de los hermanos coreanos, por las ricas enseñanzas recibidas, por la comunión vivida y por todo el apoyo en oración que estoy consciente que muchos amados hermanos nos brindaron.
Una de las más bellas experiencias vividas fue sentirme integrante del pueblo de Dios sin fronteras de raza, denominación o nacionalidad. Conocer, aunque sea en forma pasajera, la mano de Dios moviéndose en todo el mundo es un privilegio que cualquier creyente con un corazón misionero añoraría.
Conocer a personas con un testimonio de fe y perseverancia, como Grace Murillo y Ruth Padilla te anima a seguir peleando la buena batalla de la fe. Escuchar a maestros de la Palabra como John Stott, Samuel Escobar, Ada Lum, Vinoth Ramachandra, entre otros, te desafía a vivir un cristianismo aterrizado de acuerdo a la realidad del mundo en el que vivimos.
También fue de mucha bendición participar en el taller Misión en ambientes hostiles, donde conocí a hombres y mujeres que han estado dispuestos a sacrificar literalmente sus vidas para entregar un testimonio del Señor en lugares totalmente hostiles al evangelio.
Son muchas las experiencias vividas en 9 días de asamblea mundial, que se me hace difícil transcribirlas al papel. Por el momento estoy consciente de la responsabilidad que el Señor me ha puesto sobre los hombros y pido que estén orando por mí, para que el Señor me guíe en bendición para el movimiento y su obra. Un saludo fraternal en el amor de Cristo.
Daniel Monrroy Alveal
ASESOR DE MISIONES GBUCH